lunes, 18 de febrero de 2013

Rutina y la Oficina Publica Saludable!!!!!!

Rutina



Esta es la primera imagen que aparece en San Google al buscar la palabra rutina. Y esta es la definición que podemos leer en el Diccionario de la RAE:

1. Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas
2. Secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente

Desde mi punto de vista son totalmente contradictorias. Mientras que la imagen nos da un valor peyorativo, una sensación de no ser dueño de tu vida, de un círculo vicioso que nos acompaña día a día, la definición nos marca un rumbo totalmente contrario, sin darle importancia "...sin razonar", "se puede utilizar repetidamente...". En ningún momento adquiere una tonalidad triste y melancólica, que es como la define la sociedad.

Y es que podemos encontrar miles de bocas asqueando la vuelta a la rutina después de unas vacaciones o un buen fin de semana placentero, tras un tiempo de descontrol de tu ritmo o simplente cuando te das cuenta de que hay que volver a la realidad. ¿Acaso la rutina no tiene su lado bueno?. ¿No tiene su lado organizativo, de control de nuestra vida?. Siempre está bien conocer nuestros huecos libres donde cuadrar los planes que nuestra mente privilegiada quiere introducir. No podemos verlo simplemente como una secuencia de movimientos, de elementos sin sentido:

levantarse - desayunar - ir a estudiar o al trabajo - salir siempre a la misma hora - vuelta a casa - comer - las actividades de tarde - cenar - ver la televisión - dormir
Como si la televisión fuera la única que cambia nuestros días.
Pero al fin y al cabo nuestra rutina es una obligación. ¿Nunca os ha pasado que os habéis apuntado a un sitio con mucha ilusión y luego por una cosa u otra lo habéis abandonado? ¿Dónde está ahí la rutina?. Exacto, falta el hábito, algo que se vuelve obligatorio cuando hablamos de estudios o trabajo, algo que no podemos abandonar, algo que quizás sea la causa de catalogar la rutina de tan despectiva forma. Es importante formar una rutina, un hábito de nuestras ilusiones y nuestras aficiones: ir al gimnasio, tocar un instrumento, escribir un libro, hacer una cena, viajar...Hábitos placenteros, rutinas placenteras, aunque choque la denominación, y alejarse de aquellas rutinas que nos descolocan, que sólo nos hacen perder el tiempo sin darnos nada a cambio ni tan siquiera una pequeña recomepensa de autoestima. ¿De qué sirve tener la rutina de tocar la guitarra si te faltan las cuerdas?. La música no suena, tu vida se apaga dentro de un círculo del que tu mente no quiere formar parte.
Hace un par de días mientras daba vueltas en mi cama sin poder dormir a causa de la demasiada tranquilidad de mi fin de semana, escuché el programa La noche en vela en RNE donde hablaban de las redes sociales como forma de distracción. Daban la importancia de fijarse un horario no superior a 30 minutos para el internet placentero, siempre expceptuando el necesario para el trabajo. Y es que las redes sociales nos permiten tener muchos amigos y continuas novedades, sobre otros...y sobre ti. Y prescisamente a eso le daban importancia en el programa, y es que al ser humano le gusta que hablen de él, y qué mejor que la multitud de novedades que salen cuando abres tu página principal. ¿Acaso no es una manera de desconectar del mundo de la rutina, de salir de la realidad física que nos acompleja?. Crea nuevos hábitos, olvida eso que no te aporta nada. Respira hondo, hoy es tu día.

 Fuente:http://elcirculodelasideas.blogspot.com.ar/2011/10/rutina.html

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