martes, 28 de abril de 2015

4 excusas que te alejan de tus metas en la Oficina Publica Saludable

Excusas

4 excusas que te alejan de tus metas


Lo haré mañana”, “no tengo tiempo”, “no soy bueno en eso”… Todas estas frases que seguramente has dicho en algún momento de tu vida y que han servido para construir un muro entre tú y tus objetivos.

Las metas a lograr o los sueños a cumplir son el motor de nuestra vida. Aquellos que no tienen objetivos, parece que no pueden seguir estando en este planeta. Sin embargo, muchas veces ocurre que por culpa del miedo, la incertidumbre, la poca auto-confianza o el desconocimiento, terminamos escapando de la idea de soñar, imaginar o planificar.
Es en ese momento cuando empiezan a aparecer las excusas. No son para todos iguales, ya que como se dice, cada persona es un mundo, pero pueden agruparse en situaciones similares. Quizás no hayas dicho o pensado la frase idéntica pero si alguna parecida o que significaba lo mismo.
No importa cuál sea tu objetivo, cuán difícil sea lograrlo o qué cosas debes hacer para que se vuelva realidad. Es vital que dejes de lado las excusas y te enfoques en alcanzar tus objetivos.

Las excusas más frecuentes que no permiten avanzar


No tengo tiempo”. La frase por excelencia en el siglo XXI. Vivimos siempre a mil por hora y nunca tenemos siquiera un minuto para lo importante. Nuestros días pasan yendo de aquí para allá y en definitiva no disfrutamos de nada. El ritmo de vida actual es bastante frenético, eso nadie lo puede negar, pero también es cierto que si queremos, podemos. No te resguardes detrás de la excusa de no tener tiempo libre para no hacer cosas.
Hacer lo que tenemos que hacer es una cuestión de prioridades. Si realmente hay algo que te apasiona, buscarías minutos libres de cualquier sitio, te levantarías antes, tomarías un medio de transporte más rápido, no harías horas extras, etc. Analiza como estás usando tus tiempos antes de usarlo como excusa.
Tengo que ahorrar dinero”. Si has llegado a tu presupuesto para costear tu meta, ¿Por qué no lo usas? Si es verdad que

jueves, 23 de abril de 2015

Consecuencias de la violencia laboral en la Oficina Publica Saludable - Escándalo en Chaco: descubren una cámara escondida dentro del baño de mujeres de una Oficina Pública

¿Qué es violencia laboral?


Violencia laboral

- Es una forma de abuso de poder que tiene por finalidad excluir o someter al otro.
- Puede manifestarse como agresión física, acoso sexual o violencia psicológica.
- Puede presentarse tanto en sentido vertical (ascendente o descendente) como entre pares.
- Puede ejercerse por acción u omisión.
- Afecta la salud y el bienestar de las personas que trabajan.
- Configura una violación a los derechos humanos y laborales.

Formas de violencia laboral

Agresión física
Toda conducta que directa o indirectamente esté dirigida a ocasionar un daño físico sobre el o la trabajador o trabajadora.
Acoso sexual
Toda conducta o comentario reiterado con connotación sexual basado en el poder, no consentido por quién la recibe.
Acoso psicológico
Situación en la que una persona o grupo de personas ejercen un maltrato modal o verbal, alterno o continuado, recurrente y sostenido en el tiempo sobre un trabajador o trabajadora buscando desestabilizarlo, aislarlo, destruir su reputación, deteriorar su autoestima y disminuir su capacidad laboral para poder degradarlo y eliminarlo progresivamente del lugar que ocupa.

Consecuencias de la violencia laboral

En el trabajador o trabajadora: afecta su salud psico-física y puede producir consecuencias negativas en sus relaciones sociales en general y familiares en particular.
En la organización: produce malestar entre los trabajadores/as, disminución en la productividad, desaprovechamiento de capacidades, pérdidas económicas, desprestigio social.
En la sociedad: consolida la discriminación, favorece el descreimiento en las instituciones y en la justicia.


Escándalo en Chaco: descubren una cámara escondida dentro del baño de mujeres de una oficina pública

Un caso indignante. Ocurrió en la delegación de la Dirección Nacional de Vialidad. Las empleadas encontraron una filmadora pegada con cinta en uno de los inodoros, que registraba imágenes de su intimidad. Luego de 6 meses sin respuestas y aprietes para "cajonear" el caso, denunciaron el hecho en las redes sociales.


Reclamo. Las empledas de Vialidad de Chaco hicieron una protesta para pedir que se encuentre al responsable de instalar una cámara en el baño de mujeres.
Reclamo. Las empledas de Vialidad de Chaco hicieron una protesta para pedir que se encuentre al responsable de instalar una cámara en el baño de mujeres.


Mujeres que trabajan en la delegación que la Dirección Nacional de Vialidad posee en la capital del Chaco descubrieron que en el baño de la institución alguien había colocado una pequeña cámara destinada a espiarlas en la intimidad. El escándalo se mantuvo como una silenciosa cuestión interna durante varios meses, hasta que esta semana las víctimas lo

martes, 21 de abril de 2015

Burnout: cuando el trabajo te quema en la Oficina Publica Saludable


Estrés laboral

Burnout: cuando el trabajo te quema

¿Estás “fundida”, “agotada”, “no das más”? Estas sensaciones pueden estar relacionadas con este síndrome, considerado “el nuevo mal del siglo”. Se trata de un proceso por el cual las personas pierden interés en su trabajo hasta llegar, incluso, a profundas depresiones. Qué es, qué factores lo generan y quiénes lo padecen. Cómo afrontarlo.


Estar “fundida”, “agotada”, “no dar más” son expresiones que pueden ser asociadas al síndrome de burnout, considerado “el nuevo mal del siglo”. Lo sufren empresarios o profesionales que desarrollan sus actividades con eficacia, a costa de sentirse “quemados” por dentro. Se trata de un “proceso paulatino por el cual las personas pierden interés en su trabajo hasta llegar, incluso, a profundas depresiones, que pueden acabar con su propia vida”, explican Daniel Colombo y la psicóloga Mónica Muruaga, autores del libro “Preparados… Listos… ¡Out! Manual para sobrevivir al estrés”.
El ritmo de vida y las múltiples tareas que deben asumir hoy hombres y mujeres hace que el estrés sea una palabra corriente en nuestro vocabulario y sea considerada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo, que perjudica la producción al afectar la salud física y mental de los trabajadores”.
En lo que tiene que ver específicamente con el ámbito laboral, es necesario diferenciar el estrés laboral del síndrome burnout. El primero es “el resultado de exigir mucho al cuerpo y a la mente y saturarlas en sus límites normales”, explica la licenciada Carmela Rivadeneira, del Centro de Terapia Cognitivo Conductual y Ciencias del Comportamiento (CETECIC). Indica, además, que “el burnout es otro fenómeno que aún no se tipifica como trastorno, pero sí está cada vez más usado como figura asociada al estrés laboral. En el burnout, la característica principal es que la persona tiene sus parámetros fisiológicos elevadísimos (presión arterial, taquicardia, gastritis, etc.) y no se da cuenta de ello. Es como si se hubiera habituado a sentirse mal y ya ni lo percibe, lo cual lo hace en sí mismo un diagnóstico peligroso”.

¿Qué factores lo generan?
Según un sondeo realizado por Trabajando.com a 3.100 personas, el 82% se encuentra insatisfecho con su trabajo actual. De ellos, el 63% está buscando otras opciones, un 10% lo toma como una ayuda mientras arma su propio proyecto y el 9% dice que, pese a que no le gusta, se conforma. Estudios realizados muestran que el síndrome de burnout afecta, al menos, al 30% de la población en forma agravada y esta cifra sube al 50% en estadios más leves. En este contexto, pueden surgir tensiones laborales, acumulación de tareas, irritabilidad, peleas, sensación de falta de tiempo y baja motivación. Luego, indican Colombo y Muruaga, es necesario detectar cuándo se traspasa el límite.
Existen varios factores que pueden generar estrés. Entre los relacionados con la actividad laboral, se encuentran la presión de la actividad, el ámbito de trabajo, los vínculos con los superiores y/o compañeros. La licenciada Rivadeneira agrega: “Se puede dar cuando los horarios de trabajo son más de ocho horas y cuando la calidad del trabajo es demasiada, ya sea porque es muy monótona o porque es muy diversa. El tipo de relaciones laborales con un jefe o compañeros de trabajo puede ser también un punto crítico: relaciones de autoritarismo o de mobbing (hacerle la vida imposible al empleado) son fuentes de estrés”.
Otros generadores de estrés son los factores personales. En este sentido, el licenciado Sergio Herchcovichz, director del Centro Jung de Buenos Aires, docente y miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras, y Carola Maierowicz, directora de Artemisia, mencionan “las situaciones vinculares, familiares y el impacto del ambiente urbano. En las mujeres, además, los movimientos hormonales (período menstrual, embarazo o menopausia) predisponen al aumento de la sensibilidad y al surgimiento de estrés”.

¿Quiénes lo padecen?
Cabe destacar que no todas las personas se estresan. ¿De qué depende? De sus maneras de ver la realidad y de cuánto puedan “amortiguar” ese estrés, por ejemplo, con una vida plena fuera del trabajo. “El burnout se observa con mayor frecuencia en trabajos en los que hay un desajuste entre las demandas y los recursos y, especialmente, en personas con expectativas idealistas que encuentran una realidad frustrante”, explica la doctora Carolina Bergoglio, responsable del programa de Tratamiento Integral del Estrés en el Sanatorio Diquecito, de la provincia de Córdoba. E indica que: “En el desarrollo del síndrome de burnout intervienen factores ambientales, culturales y personales. Entre los factores ambientales, los trabajadores del sector servicios y los profesionales sanitarios y docentes son los que presentan mayores prevalencias de burnout”.
Ambos sexos pueden enfermarse igualmente por estrés. La diferencia radica, en todo caso, en cómo lo afrontan. “Los hombres tienen un afrontamiento más ligado al abuso de sustancias (alcohol, tabaco, drogas, juego). Las mujeres, por su parte, pueden deprimirse como reacción o quedarse más pasivas frente a las situaciones de estrés”, explica Rivadeneira.
Herchcovichz y Maierowicz, por su parte, afirman que “las mujeres son las que más consultan sobre cómo evitar el cansancio del hogar y del trabajo. La mayoría llegan a los centros y consultorios muy aceleradas, comentan sobre la complicación que tienen y no logran dejar de lado los celulares para distenderse unos minutos. Muchas veces se quejan de trastornos gástricos debido al estrés y dolores de cabeza por la tensión en el cuello y los hombros”.

¿Cómo detectarlo?
Las consecuencias del burnout se resumen en un malestar generalizado de la persona, expresado en el cambio de hábitos alimenticios, de descanso y de actividades recreativas. Muchas personas abandonan incluso sus rutinas físicas, ya que el malestar laboral se traslada a otros ámbitos de la vida personal. La doctora Bergoglio explica los síntomas más comunes que manifiestan los trabajadores que sufren de estrés laboral:
1 - Cansancio o agotamiento emocional. Suele aparecer en un primer momento. Se caracteriza por una progresiva pérdida de las energías vitales y una desproporción creciente entre el trabajo realizado y el cansancio experimentado. Esto se puede detectar en personas permanentemente insatisfechas, quejosas e irritables. Refieren con frecuencia que comienzan a darse cuenta de que su trabajo se va convirtiendo lentamente en una carga con connotaciones negativas. Pero los cambios emocionales no se limitan sólo al ámbito laboral, sino que  también se hacen evidentes en el hogar.
2 - Despersonalización. Este es un modo de responder a los sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza personal. En lugar de expresar estos sentimientos y resolver los motivos que los originan, las personas que padecen el síndrome de burnout muestran una fachada de hiperactividad que no hace más que incrementar su sensación de agotamiento, alternando con episodios de depresión y hostilidad hacia el medio.
3 - Abandono de la realización personal. Esto se manifiesta en el progresivo retiro de todas las actividades que no sean las laborales vinculadas con las actividades que generaron el estrés crónico. Comienza a generarse una pérdida de ideales y, fundamentalmente, un creciente apartamiento de actividades familiares, sociales y recreativas, creando una especie de autorreclusión y aislamiento. Los demás comienzan a percibirlo/a como una especie de fanático depresivo y hostil.

¿Cómo afrontarlo?
Los consejos que se dan hoy en día para afrontar el estrés son los mismos que se dan para evitarlo. La licenciada Rivadeneira comparte las siguientes sugerencias:
* Intentar dormir 8 horas;
* Comer en forma balanceada y cada un mínimo de 4 horas;

lunes, 20 de abril de 2015

Purificación de aire basado en sistema de plantas hidropónicas en la Oficina Publica Saludable

Purificación de aire basado en sistema de plantas hidropónicas

Muchos investigadores han estado pregonando los beneficios del aire purificado por plantas de interior. Uno de los problemas: la regulación de las hojas, ya que no son tan eficaces para la eliminación de las toxinas. La parte que es realmente más eficaz es una zona alrededor de las raíces de la planta llamada “Rizosfera”, con una capacidad de limpieza que es 200 veces mayor que las propias raíces u hojas. Sin embargo, la rizosfera es usualmente enterrada en las macetas, por lo que no tiene un gran impacto en el aire que respiramos.
Los investigadores del Centro para la Ciencia Arquitectura y Ecología (CASE), un grupo de investigación co-fundado por SOM y el Instituto Politécnico Rensselaer, se unieron para desarrollar una nueva forma de aprovechar el poder de la rizosfera.


Diseñaron una serie de macetas que permiten llenar una pared entera de plantas hidropónicas. Con este sistema las raíces de las plantas quedan en contacto con las toxinas del aire.
Cuando el aire pasa por encima de las raíces, los microorganismos que viven en las raíces absorben los compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros contaminantes del aire y los descomponen en sustancias inofensivas. El aire filtrado pasa a través del circuito de aire interior instalado en el techo y vuelve a circular.

Con este sistema se pueden recortar los niveles de COV en una oficina normal en un 80%. A su vez, reduce la necesidad de aire fresco de un edificio, que puede reducir el consumo de energía asociado con sistemas de aire acondicionado hasta en un 60%.

Aún está en fase de pruebas. Pero si es realmente, el sistema es tan poderoso como los diseñadores sugieren, podría ser

jueves, 16 de abril de 2015

Ennoblece tu Oficina Publica Saludable con Plantas

ENNOBLECE TU OFICINA CON PLANTAS

No hace falta tener mucha imaginación para percatarnos de que a nuestro alrededor existe una auténtica guerra química, generalizada, entre personas, máquinas y sustancias de todo tipo que se aglomeran en el aire y en las paredes de nuestras oficinas, habitaciones, salones, etc.Macetas-con-plantas-de-cintas.jpg
Se han identificado más de 900 Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) que pululan en el aire de los despachos, principalmente, fruto de la presencia de pantallas de ordenadores, impresoras, teléfonos, faxes, fotocopiadoras, wifi, alfombras, tapicerías sintéticas, pinturas, barnices,...
Todo esto unido a unas pésimas condiciones de ventilación o, a un inadecuado uso del aire acondicionado y sus mecanismos de humidificación, excelentes medios de cultivos de microbios que se dispersan en el aire, conforman a mi juicio, el principal problema de nuestros respectivos puestos de trabajo, o en otros casos, despachos, habitaciones, etc. Al margen, claro está, de aquellos puestos específicos de algún trabajador que diariamente se exponga a sustancias o maquinaria molestas o peligrosas.
Es el "Síndrome de la oficina enferma" para el que la NASA tiene solución. Sí, han leído bien, un científico de la NASA, Bill Wolverton ha demostrado que 50 plantas de interior pueden absorber los COV dañinos en la oficina. Cintas, hiedras, tulipanes, azaleas, drácenas, son algunos ejemplos de plantas que además de su actividad básica de intercambiar CO2 por oxígeno, de por si beneficiosa, han demostrado una sorprendente capacidad para neutralizar contaminantes concretos.
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Pero al margen de cuidar las instalaciones, procurar un estado de limpieza y exigir unas mínimas condiciones de habitabilidad en nuestras oficinas, tenemos nuestra obligación moral y el compromiso solidario con las próximas generaciones de mantener nuestro planeta y sus diversos recursos naturales en un estado óptimo para el disfrute de todos.
¿Cómo podemos colaborar desde nuestros puestos de trabajo?. No es fácil, sin embargo me atrevo a apuntar algunas cosas a modo de sugerencias para, por lo menos, hacer ver y exhortar aquellos hábitos que podemos reorientar hacia una actitud más ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
Antes que nada debemos empezar por analizar el medio de transporte que elegimos para llegar al trabajo. Todos sabemos lo contaminante y peligroso que resulta el vehículo particular, además de los enormes costes destinados a la creación de plazas de aparcamientos, así como el déficit en espacios verdes que esto origina. Ya sé que la cultura del coche está muy arraigada, que cuesta mucho cambiar la comodidad individual por el beneficio de la colectividad, pero si todos ponemos un poco de imaginación, incluida la empresa, podemos crear un servicio de transporte colectivo discrecional para trasladar todos los días a los empleados a sus distintos centros de trabajo. Esto lo practican ya muchas empresas que se ahorran mucho dinero en creación de plazas de aparcamiento para sus empleados y, por supuesto, el incremento de la seguridad de viajar en guagua.
Ya en el interior de la oficina existen dos elementos importantes a estudiar: el agua y la luz. El primero un recurso limitadísimo en nuestra tierra y, el segundo, porque su producción requiere explotar un recurso no renovable y caro, económicamente, como el petróleo. En Canarias la potabilización del agua, también depende del petróleo. Debemos procurar hacer un uso del agua y de la luz lo más racionalmente posible, denunciando las averías y roturas, así como aquellos derroches irracionales. Alentar, también, la instalación de dispositivos de ahorro de agua en cisternas y griferías.
Son muchos los esfuerzos que se hacen desde las instituciones para poder separar las toneladas de papel que se tiran a diario a las basuras. En nuestra isla no existe una fábrica que procese nuestros papeles, por lo tanto, intenta usarlo una vez más por detrás y al final deposítalo en un contenedor específico para el papel.
Pero si importante es lo que podemos hacer en nuestras oficinas, más importante es nuestro comportamiento en la cafetería, bares o comedores donde acudamos para saciar nuestro apetito. Aquí también debemos tener un consumo responsable evitando las bebidas en recipientes de plásticos. Los cortados y cafés tómalos en tazas. Evita los productos de usar y tirar, como vasos, platos, cubiertos. En general, debemos rechazar las bebidas envasadas en tetabrik y plásticos PVC. Exige envases de cristal.
De todas formas, en la oficina, en la cafetería, en nuestras casas, en nuestro tiempo libre, lo importante es la conciencia ambiental y cívica, la responsabilidad de nuestros hábitos y acciones cotidianas. Ello nos permitirá ser más respetuosos y sobre todo más solidarios con el planeta y con nuestra misma raza humana.

Fuente:http://www.canarias7.es/blogs/ventanaverde/2013/05/ennoblece-tu-oficina-con-plant.html
EL PERRO DE ALCIBÍADES





Según parece, el estratega y político ateniense de la familia Alcmeónida Alcibíades (¿?, 450 a. de C.-Frigia, 404 a. de C.) era nieto de Pericles (según otros sobrino e incluso primo) y discípulo y amigo de Sócrates. Según cuentan algunas crónicas de la época era una persona muy coqueta y narcisista. Su narcisismo llegaba al extremo tocar sólo la lira, y no querer tocar ningún instrumento de viento porque, en su opinión, éstos deformaban el rostro, y sobre todo la boca de los músicos. Según parece el estratega y político Alcibíades es protagonista de una curiosa anécdota. Al parecer Alcibíades compró en cierta ocasión un magnifico perro por la elevada suma de 7.000 dracmas. Después de pasearlo por toda la ciudad para que todos los ciudadanos pudieran admirarlo ordenó que le cortaran su hermosa cola; consiguiendo así que todos continuaran hablando de su perro. De esta manera, consiguió también que todos dejaran de hablar de su mal gobierno. Así, con la frase de "el perro de Alcibíades" se hace referencia a los actos de los personajes famosos o públicos, sobre todo políticos que, hacen algo para desviar la atención sobre temas más importantes.

Fuente:http://www.anecdonet.com/2009/08/22/el-perro-de-alcibades/


miércoles, 15 de abril de 2015

“Drogas y adicciones en el Trabajo” en la Oficina Publica Saludable


“Drogas y adicciones en el Trabajo”

                                   (Aspectos Sociológico-Jurídicos)*

 

                                                                        Claudio Eduardo Andino

 

1. Consideraciones genéricas y previas para el abordaje.



 

Adicción, drogadependencia, intoxicación de naturaleza cultural, delito, vicio o placer privado...? Prohibición, persecución, venta libre...? Cuestión estatal, cuestión particular, ambas cosas...? Según el enfoque con que se aborde este fenómeno tan extendido en nuestros tiempos nacen las primeras dificultades para lograr consensos mínimos a fin de enfrentar sus consecuencias.

 

   Contra lo que pudiera pensarse, la utilización de drogas con fines terapéuticos, religiosos o individuales (incluso), es una conducta primaria común a muy diversas culturas y épocas históricas. Las drogas constituyen un elemento básico, prácticamente universal, del comportamiento social del hombre, elemento que se ve sometido a aportes individuales, un aprendizaje social y una significación personal y colectiva. Sin ir más lejos, la hechicería, una de las actividades culturales más antiguas, ha utilizado en su largo derrotero una variada gama de sustancias químicas.

 

   Desde fines del siglo XIX comenzó el estudio del efecto sistemático de las drogas sobre animales y personas. Y desde comienzos del siglo XX el consumo de drogas se evidenció como un comportamiento culturalmente condicionado en amplias zonas del ecúmene. La existencia y las consecuencias del uso de las drogas en una sociedad dependen tanto de las normas sociales cuanto de las reacciones fisiológicas o de las características psicológicas generales de quienes las usan.

 

   Los fines que se persiguen con el consumo de drogas son muy variados: mitigar el dolor, la fatiga o la ansiedad; celebrar la solidaridad social, lograr un placer intenso o favorecer una experiencia mística, responder a un impulso irrefrenable y condicionado, etc. Las ideas existentes acerca de los efectos que producen esas sustancias y los motivos concretos que inducen a consumirlas están estrechamente relacionados con otros objetivos y orientaciones culturales más generales. Una droga determinada, por ejemplo la marihuana, puede ser empleada como elemento para interactuar en una sociedad, como aporte insoslayable para la contemplación religiosa en otra y estar prohibida por la ley como sustancia peligrosa en una tercera.

 

   No existen pruebas que la toxicomanía sea expresamente aprobada en ninguna sociedad o cultura de los últimos cien años, pero la consideración del toxicómano varía mucho de unas colectividades a otras. En Estados Unidos el toxicómano ha sido definido como delincuente y suele ser estereotipado como vicioso. Por otro lado, en gran parte de Europa se considera al toxicómano como un ser infeliz, cuyo problema es ante todo de carácter psicológico y médico en una dimensión básicamente privada. Culturas nacionales como las holandesas y las escandinavas suelen mostrar una tolerancia mayor para el fenómeno que las de origen latino, por ejemplo.

 

   Pero el decir que existen grandes diferencias entre las distintas culturas con respecto a las drogas y sus efectos, no hace ni mucho menos, que sepamos las razones de ellas. El opio y el hachís, por ejemplo, han sido muy utilizados en ciertas sociedades musulmanas sin que ello implicase grave degradación, a pesar que el Corán prohíbe el empleo de sustancias que alteren el estado consciente (sin embargo, según las interpretaciones tradicionales, ese precepto coránico se refiere solamente al alcohol).

 

   La palabra droga se aplica indistintamente a una gran variedad de sustancias químicas que el hombre consume y no solamente a los estupefacientes o drogas peligrosas. No obstante, cuando el término se emplea respecto de sustancias consumidas por motivos extra-médicos, suele asignársele generalmente una connotación negativa, un significado disvalioso.

 

   Por ello, pueden detectarse tantas posturas al respecto como autores se han ocupado de su problemática. En los extremos de permisibilidad y tolerancia podemos ubicar al inglés Stuart Walton, quien en su obra “Una historia cultural de la intoxicación” (2005), cuyo título sintetiza la postura  del libro,  destaca que la necesidad y tendencia de alterar la conciencia humana por medio de sustancias naturales o sintéticas es tan antigua como el hombre mismo. Surgió en el seno de las primeras comunidades prehistóricas, cuando sus miembros descubrieron las propiedades alucinógenas, estimulantes, anestésicas y curativas de ciertas plantas. Desde entonces, la alteración de la conciencia ha desempeñado una función real y permanente en la sociedad humana.

 

   Algunas de las tesis centrales de la obra de Walton parecieran de por sí agresivas y revulsivas para nuestra moral media. Veamos algunos ejemplos:

 

   * “la intoxicación es parte integrante de la civilización occidental y haríamos mucho mejor en aceptar y celebrar esta realidad, en vez de convertirla en una cuestión de represión y sanciones legales” (p. 49).

   * “la intoxicación desempeña, o ha desempeñado, un papel en la vida de casi todo el mundo, y sin embargo, en Occidente, a lo largo de toda la era cristiana, se ha visto sometida a una creciente censura religiosa, moral y legal” (p.20).

   * “la intoxicación es común a todo el universo humano. No se conoce la existencia de sociedades que hayan vivido sin consumir sustancias psicoactivas” (p. 46).

   * “Sabemos que las prohibiciones, ya sean parentales o legislativas, no funcionan porque casi todos los demás intoxicantes están vedados. Pese a esta prohibición, consolidada en todo el mundo por lo que daré en llamar la industria de la imposición... el consumo de drogas ilegales sigue aumentando implacablemente” (p. 31)

   * “Mi intención al escribir este libro ha sido la de empezar a arrancar de las garras de los políticos, de los profesionales de la salud y los líderes religiosos la experiencia universal de la intoxicación, con el fin de restituirla a sus atribulados clientes. Esto no quiere decir que esos grupos profesionales no tengan nada que aportar en este campo, pero, como la mayor parte de lo que dicen tiene un carácter de prohibición, recriminación o severo juicio, ya es hora de que prestáramos atención a la otra voz: la que habla en nuestro interior” (p. 20)

   * “Lo único que ha sucedido es que ahora hay más drogas que nunca, y al alcance de más gente, desde que, de manera poco sistemática, empezaron a promulgarse leyes basadas en el pánico médico y moral de finales del siglo XIX. Y no sólo están al alcance de más gente, sino que cada vez hay más gente que las solicita” (p. 31)

   * “Y luego está también la típica caracterización de las drogas como enemigas del funcionamiento social, como si buena parte de la “acción” y el “esfuerzo” que han empujado nuestra historia no hubieran sido promovidos por individuos y clases sociales cuya conciencia de la realidad estaba modificada de continuo por todo tipo de intoxicantes... Pero los intoxicantes, en muchas de sus formas, han sido parte integral de la vida de la humanidad no sólo antes de que muchos de ellos fueran declarados ilícitos, sino desde ese mismo momento; y a la luz de ese hecho, debemos preguntarnos a qué propósitos sirve un acto de síntesis tan malévolo” (pp. 33/4).

   * “Cada vez con más frecuencia, los empresarios se atribuyen la potestad de saber qué corre por las venas de sus empleados. Si uno se niega a someterse a la prueba, está despedido” (p.28)

 

   Como introducción, el libro transcribe un artículo del filósofo español Fernando Savater (“El delito de Alcibíades”), donde se deslizan afirmaciones tan provocativas como éstas: ...”el escándalo de mencionar al placer como algo reivindicable por sí mismo”, “la droga, el estupefaciente, es un invento tan primitivo como el que más...” “...el primer delincuente condenado por posesión indebida de drogas fue Alcibíades, que en el año 415 A.C. sufrió en Atenas arresto y multa por haber sustraído un poco del misterioso brebaje alucinógeno que se empleaba para la iniciación en los misterios de Eleusis...” “...al intentar reducir el daño que puede causar el abuso de ciertos intoxicantes, los gobiernos del siglo XX provocaron la mayor catástrofe jurídica de la historia. Las leyes relativas a las drogas han creado en todo el mundo una nueva categoría de delincuentes irreparable, cuyos efectos han sido muchísimo más tóxicos para la armonía social que cualquier raya de coca cortada o que cualquier pastilla adulterada...”  “...Y para esta vigente intoxicación represiva que fomenta negocios gansteriles y amenaza la estabilidad de países enteros no se vislumbra de momento ningún alivio cuerdo...” 

 

  Cita asimismo Walton opiniones como la del “renombrado toxicólogo alemán Louis Lewin” en 1924 en el sentido que “Todo el mundo tiene derecho a hacerse daño a sí mismo” y “La aversión individual a una sensación agradable no da derecho a nadie a medir a los demás por su propio rasero” (p. 32)

 

*   Es decir que en uno de los extremos de opinión podemos ubicar a las posturas ultra individualistas o libérrimas en el sentido que el consumo de drogas es una cuestión personal, reservada al ámbito privado más que social, útil (puesto que permite alcanzar sensaciones placenteras y lograr creaciones artísticas imposibles de otro modo) e históricamente justificada por la tradición cultural de la humanidad.

 

   Esta posición, en la medida en que el consumo de drogas quedase limitado a lo íntimo y no trascendiere hacia otros lugares o individuos, podría interpretarse como protegido por la garantía que toda persona posee al goce de su dignidad y derecho a la privacidad (artículos 75 inc. 22 Constitución Nacional; 11, inc. 1 Pacto de San José de Costa Rica). La Corte Suprema de Justicia, en el caso “Bahamondez”, con voto de los jueces Barra y Fayt sostuvo al respecto: “El respeto por la persona humana es un valor fundamental, jurídicamente protegido, con respecto al cual los restantes valores tienen carácter instrumental”.   

 

   Recordemos además que “Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada o en la de su familia” (arts. 75 inc. 22 C.N. y 11 inc. 2, Pacto de S.J. de Costa Rica) y ello porque “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentos de la autoridad de los magistrados” (art. 19 Constitución Nacional).  

 

   Finalmente, como ámbito exclusivo para el ejercicio irrestricto de las adicciones, existe la cuestión de la inviolabilidad del domicilio, que es una de las garantías más antiguas de la cultura occidental (art. 18 de la Constitución Nacional), pues “nadie puede ser objeto de ingerencias arbitrarias o abusivas en su domicilio o su correspondencia” (Convención Americana de Derechos Humanos, art. 11, inc.2, 2ª parte; art. 75 inc. 22 C.N.)

 

*   Desde la visión opuesta, esto es que hay sustancias de la naturaleza o producidas artificialmente que son peligrosas para el consumo humano por sus efectos adictivos, psicológicos, conductales, sociales, éticos y morales y que el Estado obra dentro de sus facultades normales en prohibirlas en su consumo y/o tenencia y/o producción y/o distribución, se enrolan la mayor parte de las legislaciones positivas nacionales.

 

   En nuestro país, podemos destacar las normas de los artículos 77, 78, 204, 204 bis, 204 ter, 204 quater de nuestro Código Penal, con las reformas introducidas por las leyes 23737 y 24286 referidas a la tenencia, consumo y distribución de los denominados estupefacientes (marihuana, cocaína, alucinógenos y sus derivados).

 

   Las posiciones intermedias entre la irrestricta libertad individual y el intervencionismo estatal son

viernes, 10 de abril de 2015

Una razón para querer trabajar cerca de la ventana en la Oficina Publica Saludable

Una razón para querer trabajar cerca de la ventana: es bueno para la salud

En un estudio se mostró que los oficinistas que trabajaban en oficinas con ventanas tendían a dormir y ejercitarse mejor

— Tener una oficina con ventana, y que ésta esté abierta o al menos deje pasar la luz podría generar beneficios a tu salud según algunos estudios recién publicados. 
Estos estudios muestran que es esencial que dejes entrar la luz del sol para tu salud en general.

"Debido a que pasamos gran parte de nuestras vidas en nuestras oficinas, creímos que entender el impacto de la luz era importante”, dijo Ivy Cheung, coautora de un estudio publicado este verano en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine. Cheung es una candidata a doctorado que trabaja en el laboratorio del médico Phyllis Zee en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Estados Unidos.
"Ya estudiamos el ritmo circadiano en laboratorios del sueño y encontramos que… la luz es el agente sincronizador más importante para el cerebro y el cuerpo”.

En el estudio más reciente de Cheung y Zee encontramos que todos los trabajadores que tenían una ventana en su oficina tenían un mejor sentido de salud. Examinaron las vidas de 49 personas; 27 trabajaban en oficinas sin ventanas y 22 trabajaban cerca de ventanas. Estas eran personas que trabajaban un turno diurno normal. A los participantes no se les dijeron los objetivos del estudio para que no estuvieran demasiado conscientes de las ventanas en sus oficinas.
La exposición a la luz natural durante la semana laboral tendía a inspirar a las personas a ejercitarse más.
Los trabajadores con una ventana también descansaban mejor: aquellos con ventanas tenían 46 minutos más de sueño en una noche en promedio, y aquellos sin ventanas tenían más trastornos del sueño.

Sin sueño, las personas tienden a sufrir todo tipo de problemas que podrían dañar su rendimiento en el trabajo, problemas como pérdida de memoria, reflejos psicomotores más lentos, depresión y lapsos de atención más cortos.
Esta falta de sueño podría llevar a más accidentes y errores en el trabajo.
En el estudio se sugiere que algo tan sencillo como la luz del día “puede ofrecer una forma profunda de mejorar la productividad y salud de los trabajadores de oficina, así como la seguridad de la comunidad en la que trabajan y viven”.
En otro estudio reciente de la Universidad Cornell en Estados Unidos, los investigadores analizaron el rendimiento de enfermeros que trabajaban turnos largos durante horas no estándar. El estudio fue publicado en la edición más reciente de la revista Health Environments Research and Design.

Los investigadores encontraron que los enfermeros que tenían acceso a la luz natural se comunicaban mejor con sus colegas. Se reían más en el trabajo. Eran más amables con sus pacientes. E incluso su propia salud física mejoró: aquellos que veían la luz solar tenían una presión sanguínea significativamente más baja.
Eso en comparación con los enfermeros que trabajaban en su mayoría en un ambiente con luz artificial.
Permitir que la luz natural entrara a la estación de enfermeros también mejoró la alerta de los enfermeros. En un trabajo donde lidian con asuntos de vida o muerte, ese impacto puede hacer una gran diferencia en el cuidado de pacientes.
Estos estudios se añaden a un creciente cuerpo de evidencia en el que se sugiere que la exposición a los patrones de luz y oscuridad es uno de los aspectos más importantes que influyen en el ritmo circadiano natural de una persona.

Estos ritmos circadianos afectan todo desde el sueño y el movimiento físico hasta el bienestar mental.
En otros estudios se analizó cómo la luz del día ayuda a la salud psicológica general de una persona y cómo los estudiantes se desempeñan mejor en la escuela si ven algo de luz solar.

Cheung, quien realizó el estudio que involucró a trabajadores de oficina, dice que espera que los arquitectos tengan esto en cuenta cuando diseñen nuevos edificios de oficinas. Pero, dijo que si no eres lo suficientemente afortunado para tener una ventana en tu oficina, puedes compensarlo al encontrar otras formas de dejar entrar la luz solar.
"Sal durante el día”, dijo Cheung. “Toma esa llamada telefónica afuera o asegúrate de que tu descanso para almorzar sea afuera. Incluso esa exposición a la luz solar puede ayudar”.

Fuente:http://mexico.cnn.com/salud/2014/08/15/una-razon-para-querer-trabajar-cerca-de-la-ventana-es-bueno-para-la-salud