jueves, 21 de noviembre de 2013

LOS ESTRESORES LABORALES y la Oficina Publica Saludable

Sobrecarga de trabajo.

Se trata de uno de los mayores estresores dentro del ámbito laboral, consiste en una dificultad para administrar correctamente el volumen de trabajo que tenemos, puesto que se produce una sobrecarga mental y física que muchas veces no es asumible por el trabajador.
Nuestro interés se centra en la carga mental que es el esfuerzo cognitivo propio de la tarea, consciente de que es necesario para conseguir un resultado de trabajo concreto.

La sobrecarga de trabajo, bien sea cualitativa o cuantitativa, conlleva aburrimiento y monotonía, mientras que la sobrecarga tanto cualitativa como cuantitativa puede derivar en fatiga mental, frustración o ansiedad.
Entre los factores relacionados con la carga mental más importantes encontramos:
  • Tipo de tarea: cantidad de información y complejidad.
  • Ritmo de trabajo: cantidad de tiempo para responder.
  • Atención sostenida: Cantidad de tiempo que debe mantenerse.
  • Condiciones físicas: ruido, temperatura, iluminación...
  • Factores individuales: edad, formación, personalidad, actitudes, motivaciones...
  • Condiciones extra laborales: problemas familiares, tensiones, enfermedades no relacionadas con el trabajo…
Las consecuencias de la carga mental excesiva son variadas, centradas en muchos casos en la fatiga, puesto que se pierde el equilibrio y el estado optimo.
Podemos notarlo en elementos como una disminución de la atención, un pensamiento más lento o una minimización en la motivación, todo lo cual conlleva una reducción del rendimiento.




Si la fatiga se convierte en crónica, corremos el riesgo de encontrarnos con inestabilidad emocional, alteraciones del sueño en largos periodos de tiempo, diversas alteraciones psicosomáticas o astenia.
Como vemos el exceso de trabajo, según varios estudios, se ha convertido en el factor estresor número uno, sobre todo en las grandes organizaciones, por diversas causas, una de ellas es la influencia de la personalidad de cada individuo, puesto que la forma que tenga de afrontar la situación es determinante.
Una persona que controla y sabe manejar la situaciones de tensión, tienen menos opciones de sufrir estrés.
También se ha demostrado que la autonomía influye mucho en esa generación de estrés, ya que las personas que tienen poca libertad en su trabajo para tomar decisiones y determinar, por ejemplo: cómo realizar las tareas, qué horario es el más adecuado, etc. tienen muchas posibilidades de sufrir estrés.
Algo así como: “Me exigen mucho pero no me dan libertad para nada”.
Un individuo con unas características personales determinadas, una carga de trabajo importante y una autonomía alta, tiene la posibilidad de gestionar una situación estresante de forma correcta.

Roles y funciones en el trabajo.

En muy pocos empleos encontramos que nuestro rol y las funciones que desempeñamos están claras completamente.
Casi siempre hay lugar para el desconocimiento, la duda, la falta de claridad, lo cual genera estrés. Las situaciones más habituales son:
  • Estipular una forma de hacer las cosas, y luego obligar a que se hagan de otra. Las órdenes contradictorias generan grandes conflictos.
  • Deficiencia o carencias en la descripción del puesto, lo que genera mucha inseguridad sobre si lo que hacemos está bien o mal.
  • Labores que han de hacerse de una u otra forma dependiendo de la situación, por lo que es preciso un grado de autonomía para tomar decisiones que el trabajador no suele tener.
Para que todo se desarrolle correctamente es clave que la información y comunicación sea adecuada y adaptada a cada caso, ya que si la comunicación formal e informal es deficiente, será el origen de múltiples problemas, no solamente con el rol y las funciones, sino más allá. En demasiadas ocasiones el trabajador realiza actuaciones para las que no está ni formado, ni preparado.

No nos gustaría acabar este apartado ahondar en el contenido del trabajo y su control, ya que esto es clave y se refiere al grado en que un ambiente laboral permite al individuo controlar las actividades a realizar y los eventos.
Este control puede ser intrínseco, la influencia que el trabajador tiene sobre su propio trabajo centrado en la autonomía, ritmo, planificación… también puede ser extrínseco, que se refiere a la influencia que el trabajador tiene sobre aspectos del ambiente de trabajo como horarios, salario, políticas organizativas…
Tanto una falta de control, como un control excesivo derivan en estrés, por lo que hay que buscar el equilibrio.
Es importante tener en cuenta la variedad de las tareas, que es el grado en que un trabajo requiere diferentes actividades para llevarlo a cabo, implicando el uso de diferentes habilidades y talentos por parte del trabajador.
Un trabajo monótono puede producir mayor irritabilidad, ansiedad, depresión y aumento en la secreción de adrenalina y noradrenalina, reduciendo la tranquilidad.
Por otra parte un trabajo con excesiva variedad de actuaciones puede tener unas exigencias de concentración y atención excesivos que conlleven a un sentimiento de ineficacia.
También es sumamente importante al hablar del rol y la tarea, las posibilidades de retroalimentación con respecto al trabajo, que se centra en el grado en el que la realización de las actividades requeridas por el puesto proporciona a la persona información clara y directa sobre la eficacia de su desempeño.
Como vemos cuanta más información útil y apoyos tengamos, menos opciones de sufrir estrés u otros riesgos psicosociales.


El horario.

Actualmente existe una tendencia en muchas organizaciones a acoplar los horarios a las necesidades del trabajador, con el fin de conciliar la vida laboral y familiar.
Pero todavía queda mucho por hacer, dado que en determinados empleos es imprescindible el trabajo a turnos, mañana, tarde y noche, lo que unido a los trabajos a turno partido (mañana y tarde) suponen una carga continua en diversos ámbitos.

Los turnos rotatorios, una semana de mañana, otra de tarde, la siguiente de noche, son el caldo de cultivo para que esos trabajadores tengan más problemas conductuales, sociales y psicológicos que otros cuyos empleos son, por ejemplo, de horario continuado de 8 a 15:00 horas.
Trabajar de noche supone que el cuerpo hace un esfuerzo de adaptación, modificando su situación biológica, aumentando el cansancio, teniendo problemas de sueño, perdiendo en apetito, disminuyendo el rendimiento… Hemos de saber que la crono ergonomía se encarga de la definición y distribución racional del trabajo y los descansos en el marco del tiempo biológico.
Esta técnica tiene muy claros aspectos como que el tiempo de trabajo es el tiempo diario de actividad laboral, o que el trabajo a turnos es la modalidad de organización en el que equipos independientes trabajan sucesivamente para lograr una continuidad del proceso productivo o de servicios.
Si la organización no tiene en cuenta la importancia de los horarios, antes o después tendrá problemas, entre otros, de reducción de la productividad.

Fuente:http://www.adrformacion.com/cursos/prlpsico/leccion2/tutorial9.html



lunes, 18 de noviembre de 2013

5 razones para tener una planta en el escritorio de tu Oficina Publica Saludable

5 razones para tener una planta en el escritorio de tu oficina

Todos sabemos que tener unas cuantas plantas, trae una sensación acogedora y hace más bonito el espacio de trabajo. Pero la estética no es la única razón para incorporar un toque verde en la adecuación de tu oficina. Aquí están cinco importantes razones para tener una planta en tu escritorio:
1. Mejoran la calidad del aire interior
Además de aportar calidad al ambiente interior, aportan un toque agradable a tu espacio de trabajo, ayudan a limpiar el aire e incluso mejoran tu salud, según un estudio de la NASA.
Según esas investigaciones, se determinó que las plantas juegan un papel importante en el bienestar psicológico, ya que hay gente que se recupera de una enfermedad más rápidamente con la presencia de plantas, según el estudio.
2. Reducen el estrés
En su tesis doctoral en la Universidad de Surrey en el Reino Unido, la estudiante de psicología ambiental Helen Russell, se puso a buscar pruebas científicas de las nociones ya ampliamente percibidas de que las plantas de la oficina pueden reducir el estrés. En el estudio, se le pidió a los participantes tomar un difícil examen en una habitación llena de plantas, y se comparó la conductividad de la piel, la frecuencia cardíaca y la presión arterial, con las personas que completaron la misma prueba sin plantas.
De los tres tipos de medidas realizadas, la conductividad de la piel mostró la mayor diferencia entre el grupo expuesto a plantas en la oficina y los que tomaron la prueba sin plantas. En general, los resultados de Russell mostraron que las plantas aliviaron el estrés de los participantes, y que los participantes se recuperaron de estrés con mayor rapidez en un entorno vegetal pesado.
3. Aumentan la productividad
La planta no sólo ayuda a relajarte a durante el transcurso de un día de trabajo agotador, sino también puede aumentar la concentración y la productividad – lo que te permite lograr más con menos estrés.
Un estudio publicado en el “Diario de Horticultura Ambiental”, investigadores de la Universidad Estatal de Washington mostró que la productividad aumenta en un 12 por ciento con la presencia de plantas.
4. Hacen las habitaciones más cómodas
El rango de humedad recomendado para la salud humana y el confort está entre 30 y 60 por ciento, pero muchas oficinas están a la altura de estas cifras, sobre todo en el verano y los meses de invierno. La baja humedad interior puede conducir a un aumento de la fatiga, malestar respiratorio y una disminución del bienestar general en el lugar de trabajo. Según estudios de la Universidad Estatal de Washington, se sugiere un toque de verde para ayudar a solucionar este problema también.
Los resultados muestran que cuando se añadieron plantas a una habitación, la humedad relativa se elevó de manera significativa, pero no excesivamente. En un caso, la humedad relativa sin plantas marcó un 25 por ciento, y con plantas marcó el 30 por ciento – el rango de confort ideal.
5. El medio ambiente permanecerá en tu mente
No te olvides de las formas intangibles con las que una planta puede aumentar tu estilo de vida ecológico en el lugar de trabajo. Mantener una planta todos los días en el trabajo te recuerda lo importante que es cuidar la Tierra y por qué vivir en armonía con la naturaleza, significa mucho para ti.
Cada vez que riegues tu planta, deja vagar tu mente en lo que te gusta del medio ambiente y canaliza esos sentimientos difusos de preocupación para añadir algunos hábitos eco-conscientes en tu rutina de trabajo, tales como optar por productos reutilizables en vez de los desechables, reducir el uso del papel y ahorrar energía.

Fuente:http://www.vidamasverde.com/2013/5-razones-para-tener-una-planta-en-el-escritorio-de-tu-oficina/

Prosecución del Vínculo Laboral,violencia del Empleador y Oficina Publica Saludable

Resaltan Aspectos para Evaluar Cuándo un Incumplimiento del Empleado Impide la Prosecución del Vínculo Laboral
Luego de remarcar que todo el funcionamiento y la organización de un hotel de cuatro estrellas, no se ve alterada por la falta de alguna bebida o snack en un pequeño frigobar, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo resolvió que la inconducta imputada por la demandada al actor, consistente en la alteración de un frigobar, no constituye una falta de gravedad tal que obste a la prosecución de la relación laboral.
 


 

En la causa Barqui Leandro Javier c/ Latina de Gestión Hotelera S.A. s/ despido”, la demandada apeló la sentencia de primera instancia que hizo lugar a la demanda presentada. La recurrente sostuvo que la injuria imputada al actor, consistente en la alteración del contenido de un mini frigobar, por su gravedad, impidió la continuación de la relación laboral.

Los magistrados de la Sala VIII entendieron que los términos empleados por la apelante en su recurso “no describen con exactitud la falta imputada al trabajador (conf. artículo 243 de la L.C.T.), la "alteración" del contenido de un mini frigobar, en exceso de sus funciones, no constituye una falta de gravedad tal que obste a la prosecución de la relación laboral (art.242 de la L.C.T.)”.

En tal sentido, los camaristas determinaron que el incumplimiento imputado al actor, quien se desempeñaba como portero en una cadena de hoteles, no posee “la dimensión que le asigna la apelante, ya que todo el funcionamiento y la organización de un hotel, de cuatro estrellas, no se ve alterada por la falta de alguna bebida o snack en un pequeño frigobar”.

A su vez, los camaristas tuvieron en cuenta al pronunciarse en tal sentido, que dicha circunstancia “fue superada de inmediato, con la advertencia del cliente y la reposición de tales productos por el personal correspondiente, según se desprende del testimonio brindado por el propio director del hotel(arts. 90 de la L.O. y 386 del C.P.C.C.N.)”.
 
 

En la sentencia del pasado 16 de septiembre, el tribunal concluyó que “la máxima sanción aplicada al actor se revela desproporcionada y no guarda relación con la entidad de la falta cometida, evaluada esta última en forma prudencial y objetivamente, en su faz cualitativa y cuantitativa, en función de las obligaciones de las partes y de las circunstancias propias de este caso”.

Tras aclarar que “el despido sólo se justifica frente a incumplimiento o faltas que no pueden ser corregidos mediante la aplicación de una sanción disciplinaria menor (apercibimiento, suspensión)”, la mencionada Sala sostuvo que configura “deber de todo "buen empleador" aplicar las sanciones disciplinarias con ajuste a la escala legal (arts. 63 y 67 de la L.C.T.)”, resultando arbitrario el despido cuando se aplica la máxima sanción aplicada a una inconducta que era objeto de una sanción disciplinaria menor.
 
Fuente:http://www.abogados.com.ar/resaltan-aspectos-para-evaluar-cuando-un-incumplimiento-del-empleado-impide-la-prosecucion-del-vinculo-laboral/13450

jueves, 14 de noviembre de 2013

Subte se paga con 30 sentadillas en la Oficina Publica Saludable

En Rusia, el subte se paga con 30 sentadillas en 2 minutos

 Noviembre de 2013 22:05:20 |

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El precio del billete sencillo en el metro (subte) de Moscú es, según su página oficial, de 30 rublos (un poco menos de un dólar).

Sin embargo, los que quieran ahorrarse ese dinerito pueden comprar un billete realizando 30 sentadillas en menos de 2 minutos frente a una peculiar nueva máquina expendedora.

La máquina ha sido instalada en la céntrica estación de Vystavochaya, al oeste de la ciudad, y mide el ejercicio mediante sensores de movimiento.

La iniciativa forma parte de una campaña promocional de los Juegos Olímpicos de Sochi en 2014. No estaría mal que se extendiera a otras partes del mundo.

Fuente: http://www.contextotucuman.com/nota/121003/en-rusia-el-subte-se-paga-con-30-sentadillas-en-2-minutos.html

domingo, 10 de noviembre de 2013

El estrés y la vida moderna en la Oficina Publica Saludable

El estrés y la vida moderna

L a sociedad contemporánea parece acostumbrada a vivir en un clima de tensión y aceleración cuyos niveles no registran antecedentes. Esta atmósfera enfermiza, muchas veces letal, se agudiza en los grandes centros urbanos frente a estímulos variados. Los acontecimientos político-económicos, una congestión de tránsito, una protesta callejera, o los altísimos niveles de inseguridad son sólo algunos de los ingredientes de un cóctel que amenaza la salud.

 

A esto se suman también los efectos de la utilización de la tecnología, que tanto han modificado el trabajo cotidiano como la vida familiar y social de una creciente porción de la población, pues, más allá de sus innegables ventajas, sirven también para acelerar el pulso. La computadora, la notebook, la tableta o el celular -instrumentos cuya utilidad no se discute- cautivan a niños, jóvenes y adultos que han modificado notablemente sus conductas, imprimiendo un ritmo de aceleración creciente y una preocupante dependencia que ha dado origen también a nuevas adicciones.
Estamos expuestos a una enorme sobrecarga de estímulos. Muchas veces cuesta distinguir en qué medida nos agobian, pues nos generan acostumbramiento cuando se suman cada vez con mayor naturalidad a nuestras rutinas laborales y hábitos sociales. Y, a la hora del descanso, se sufren trastornos del sueño, cuya gravedad es conocida.


La vida moderna tiene consecuencias sobre nuestro psiquismo. La expansión alcanzada por las nuevas y revolucionarias formas de comunicación son fuentes de estrés o del síndrome general de adaptación, alteraciones que afectan los comportamientos habituales de un sujeto. Esos trastornos del funcionamiento biopsicológico se han multiplicado, especialmente en las urbes, y se traducen en cuadros de ansiedad y depresión, hipertensión o úlceras, entre otros. Así lo señalan los doctores Jorge Luis Coppola (Fundación del Instituto de Psicopatología), Daniel Bogiazian (Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad), Oscar Carrión (Fundación Fobia Club) y la licenciada Marion Durao (Grupo Arcis).
Hoy se han incrementado las consultas por trastornos originados por el estrés. Patologías tales como las fobias, las obsesiones o la depresión ya no son algo desconocido y quien se acerca a un servicio lo hace pues sabe que pueden tratarse, y es así como la capacidad de atención se encuentra, en este plano también, desbordada.
El aceleramiento y la prisa que parecen guiar el comportamiento de la mayoría de los habitantes de una ciudad potencian las preocupaciones, el estado de amenaza casi constante en la que nos sumerge nos exige ejercer el control sobre aspectos, por definición, incontrolables. Así, la ansiedad se presenta como un estado emocional dominante. También han aumentado los registros de depresión, no necesariamente grave, que invaden de desánimo y potencian su incapacidad para afrontar dificultades o asumir iniciativas. A estos estados se suman las fobias, los trastornos de ansiedad y los obsesivos compulsivos, entre otros. Insertos en un mundo laboral exigente, las obligaciones básicas pueden tornarse también agobiantes al punto de dificultar el afianzamiento de relaciones sociales, familiares y sentimentales sólidas que contribuyan al crecimiento espiritual.
Otro ingrediente se revela como fundamental: la soledad. En esta era de hiperconectividad, los vínculos se han tornado muchas veces superficiales, descartables, volátiles.
Si el ambiente se ha tornado insalubre para la vida, deberíamos considerar cómo modificarlo y no potenciar al sujeto para que lo soporte al límite. Esto supone crear condiciones que propendan a mejorar la calidad de la vida. La vuelta al barrio, al club, al pequeño espacio son algunas de las alternativas que propone el movimiento llamado slow (del inglés, despacio), ecoconsciente, sustentable que, como contrapartida, también capta más adeptos. Trabajar sobre la rehumanización de la enseñanza para hacerla más sensible y personalizada contribuirá a la educación de una juventud que sepa combatir mejor los nefastos efectos del estrés.


El buen sentido aconseja equilibrar las prisas con las pausas. Dedicar tiempo al sano esparcimiento, la lectura o la vida familiar, a desarrollar actividad física, buscar alternativas desintoxicantes de la psiquis, como el yoga y la meditación, para volver al interior de cada uno, recuperando el eje sin el cual jamás podremos disfrutar del buen vivir..

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1636958-el-estres-y-la-vida-moderna