" Si el ambiente se ha tornado insalubre para la vida deberiamos considerar modificarlo y no potenciar al sujeto para que lo soporte al limite " - El motivo del Blog es que puedas operar algunos cambios en tu "Oficina Publica" que ayuden a mejorar tu entorno laboral,contribuyendo de modo eficiente a colaborar en la mejora de las Condiciones y Medio-ambiente de Trabajo(CYMAT)-(Gestionando de Modo Eficiente la Salud y la Seguridad en el Trabajo).
viernes, 20 de marzo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
EL GAUCHO RIVERO... (Historias de Argentina) en la Oficina Publica Saludable
EL GAUCHO RIVERO...
Antonio "El Gaucho" Rivero fue un peón de campo rioplatense que lideró un alzamiento contra la ocupación británica de las Islas Malvinas en 1833, mientras Manuel Moreno continuaba en Londres con los reclamos infructuosos.
Rivero, nacido en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 27 de noviembre de 1808, fue llevado a Malvinas alrededor de 1827 por el gobernador argentino de las Islas Luis Vernet para ejercer el oficio de peón. Contaba entonces alrededor de veinte años de edad.
La miseria del gaucho en esos momentos era muy grande. Dickson (Despensero de la Isla) no aceptaba como pago los vales que Vernet había entregado a los peones para pagarles su trabajo, sino que exigía monedas de plata y ellos no las tenían. Por otra parte Simón (capataz de los peones) les prohibió faenar ganado manso, por lo que tenían que salir a perseguir el ganado cimarrón para conseguir alimento. La situación social y económica de esos hombres era angustiante.
El 26 de agosto de 1833, seis meses después que los ingleses por la fuerza ocuparan por primera vez las Islas Malvinas, Rivero encabezó una rebelión de criollos e indígenas, desconociendo la autoridad impuesta de los británicos.
Sus compañeros en la rebelión fueron otros dos gauchos y cinco charrúas agauchados: Juan Brassido, José María Luna, Manuel González, Luciano Flores, Felipe Zalazar, Marcos Latorre y Manuel Godoy.
Su sublevación implicó la muerte del autoproclamado gobernador británico y la de algunos de los principales colaboradores de tal funcionario colonialista.
Las actas y documentos escritos que han llegado a nuestros días fueron efectuadas por los mismos británicos quienes consideran la rebelión de Rivero como el "amotinamiento de unos delincuentes" tratados peyorativamente y racistamente de "gauchos" e "indios salvajes". En esas documentaciones apenas se traslucen las causas de los hechos se omite que los gauchos y los charrúas eran argentinos que intentaban mantener la soberanía argentina, apenas se menciona que a los "gauchos" e "indios" que habían podido quedarse en Malvinas se los usaba como peones en duras tareas y se les pagaba sólo con "vales".
Rivero y sus compañeros arriaron la bandera británica y enarbolaron una improvisada bandera argentina. Mantuvieron dominio sobre las Malvinas durante seis meses, ignorados por el gobierno de Buenos Aires y sin poder hacer llegar noticias sobre lo sucedido.
Rivero, nacido en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 27 de noviembre de 1808, fue llevado a Malvinas alrededor de 1827 por el gobernador argentino de las Islas Luis Vernet para ejercer el oficio de peón. Contaba entonces alrededor de veinte años de edad.
La miseria del gaucho en esos momentos era muy grande. Dickson (Despensero de la Isla) no aceptaba como pago los vales que Vernet había entregado a los peones para pagarles su trabajo, sino que exigía monedas de plata y ellos no las tenían. Por otra parte Simón (capataz de los peones) les prohibió faenar ganado manso, por lo que tenían que salir a perseguir el ganado cimarrón para conseguir alimento. La situación social y económica de esos hombres era angustiante.
El 26 de agosto de 1833, seis meses después que los ingleses por la fuerza ocuparan por primera vez las Islas Malvinas, Rivero encabezó una rebelión de criollos e indígenas, desconociendo la autoridad impuesta de los británicos.
Sus compañeros en la rebelión fueron otros dos gauchos y cinco charrúas agauchados: Juan Brassido, José María Luna, Manuel González, Luciano Flores, Felipe Zalazar, Marcos Latorre y Manuel Godoy.
Su sublevación implicó la muerte del autoproclamado gobernador británico y la de algunos de los principales colaboradores de tal funcionario colonialista.
Las actas y documentos escritos que han llegado a nuestros días fueron efectuadas por los mismos británicos quienes consideran la rebelión de Rivero como el "amotinamiento de unos delincuentes" tratados peyorativamente y racistamente de "gauchos" e "indios salvajes". En esas documentaciones apenas se traslucen las causas de los hechos se omite que los gauchos y los charrúas eran argentinos que intentaban mantener la soberanía argentina, apenas se menciona que a los "gauchos" e "indios" que habían podido quedarse en Malvinas se los usaba como peones en duras tareas y se les pagaba sólo con "vales".
Rivero y sus compañeros arriaron la bandera británica y enarbolaron una improvisada bandera argentina. Mantuvieron dominio sobre las Malvinas durante seis meses, ignorados por el gobierno de Buenos Aires y sin poder hacer llegar noticias sobre lo sucedido.
miércoles, 18 de marzo de 2015
Miradas sobre las Oficinas Modernas en la Oficina Publica Saludable
La tendencia de oficinas abiertas está destruyendo el espacio de trabajo
En el siguiente artículo la publicista Lindsay Kaufman escribe por qué, según su propia experiencia, es más beneficioso tener en el trabajo un sistema de oficinas cerradas, en oposición a la nueva tendencia de las grandes empresas -sobre todo aquellas en la vanguardia de la tecnología-, de aplicar un modelo de oficinas abiertas. Todo en nombre de lo que hoy es “moderno”. Sigue leyendo cómo afecta esta modalidad a los trabajadores, y lo que pasa cuando dejamos de tener paredes que nos separen del resto.
Los espacios de trabajo necesitan más paredes, no menos.
Hace un año atrás, mi jefe anunció que nuestra gran agencia de publicidad en Nueva York, se cambiaría a una oficina de espacios abiertos. Luego de 9 años como escritora, fui forzada a cambiar mi oficina privada por un asiento en una larga mesa compartida. Sentí como si mi jefe me hubiera arrancado toda mi ropa y me hubiera dejado parada en ropa interior.
Nuestra nueva y moderna oficina, ubicada en Tribeca, era hermosamente espaciosa pero al mismo tiempo agobiante. No existía la privacidad. En mi primer día, me senté en la mesa que había sido asignada para nuestro equipo creativo junto a una amable mujer de la que sospecho que fue una bocina en su vida pasada. Durante todo el día existía un constante bailoteo, gritos y risas, en conjunto con música sonando fuerte en el ambiente. Como una asidua bebedora de agua, yo temía que mis compañeros de trabajo contaran mis frecuentes idas al baño. Al final del día, me despedí de los 12 pares de ojos que sentía que me juzgaban por salir a las 5:04 p.m.. Inmediatamente me dirigí a una tienda Beats para comprar los mejores audífonos aisladores de sonido de un color azul neón.
Aparte de los problemas más obvios, la tendencia de las oficinas abiertas ha seguido creciendo en Estados Unidos. Hoy, según la Asociación Internacional de Gestión de Instalaciones, casi el 70% de las oficinas no tienen, o tienen muy poca separación de espacios. Sillicon Valley ha sido líder en derribar las divisiones dentro de las oficinas. Google, Yahoo, Ebay, Goldman Sachs y American Express se han unido a la idea.
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, contrató al afamado arquitecto Frank Gehry para diseñar el plano de la oficina de espacio abierto más grande del mundo, la cual alberga a casi 3.000 ingenieros. Y como un hombre de negocios, Michael Bloomberg fue uno de los pioneros en adoptar esta tendencia, diciendo que ésta promovía la transparencia y la justicia.
martes, 10 de marzo de 2015
Los Antiguos valores (Libro “La Resistencia”) en la Oficina Publica Saludable
• Segunda Carta: los
Antiguos valores (Libro “La
Resistencia ”).
Su segundo escrito
Ernesto Sabato se encuentra en la antigua ciudad de Salta, sentado en la plaza
“volvieron mis obsesiones de siempre” así comienza esa nueva carta.
Las sociedades
desarrolladas se han levantado sobre el desprecio a los
valores trascendentes y comunitarios y sobre
aquéllos que no tienen valor en dinero sino en
belleza. Sabato recuerda cuando era niño, aun se mantenían valores que hacían
del nacimiento, el amor, la adolescencia, la muerte un ceremonial bello y
profundo. El tiempo de la vida no era el de la prisa de los relojes sino que
aun guardaba espacio para los momentos sagrados y para los grandes rituales.
Había épocas buenas y
épocas calamitosas, pero dependan de la naturaleza, de las cosechas; el hombre
no sentía que debía obrar siempre y en cualquier momento para controlar el
acontecer. Ahora la humanidad carece de ocio, en buena parte porque nos hemos
acostumbrado a medir tiempo en modos de producción.
La vida de los hombres
se contaba en valores espirituales hoy casi en desuso, como la dignidad, el
desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la adversidad. Estos grandes
valores como la honestidad, el honor, el respeto por los demás, no eran algo
excepcional, se los hallaba en la mayoría de las personas.
Otro valor perdido es la
vergüenza, como dice el autor hay en día uno puede encontrar, con amplia
sonrisa, a cualquier sujeto acusado de las peores corrupciones. En otro tiempo
su familias se hubiera enclaustrado, pero ahora todo es lo mismo y algunos
programas de televisión los llevan y los tratan como a un señor.
Sabato resalta el valor
que se daba antes a las palabras, de ninguna manera era un arma para justificar
los hechos. Hoy todas las interpretaciones son validas y las palabras sirven
más para descargarnos de nuestros actos que para responder por ellos.
Cuando la cantidad de
culturas relativizas los valores y la “globalización” aplasta con su poder y
los impone una uniformidad arrogante, el ser humano, en su desconcierto pierde
el sentido de los valores y de sí mismo y ya no sabe en quizás o en que creer.
Al sobrevalorarse lo
racional, fue desestimado todo aquello que la lógica no lograba explicar. Pero
claro está que los grandes valores que hacen la condición humana como la
verdad, solidaridad o coraje no se pueden explicar. El mito al igual que el
arte, expresa un tipo de realidad del único modo en que puede ser expresada.
El mayor empobrecimiento
de una cultura es ese momento en que un mito empieza a definirse popularmente
como una falsedad. Como al desmoronarse los cimientos de una casa, las
sociedades comienzan a precipitarse cuando sus mitos pierden toda su riqueza
y su valor.
El sentimiento de
orfandad tan presente en este tiempo se debe a la caída de los valores
compartidos y sagrados. Es necesario advertir que muchos de esos valores eran
respetados porque no se vislumbraba otra manera de vivir. El conocimiento de
otras culturas otorga la perspectiva necesaria para mirar desde otro lugar,
para agregar otra dimensión y otra salida a la vida. La humanidad está cayendo
en una globalización que no tiende a unir culturas, sino a imponer sobre ellas
el único patrón que les permite quedar dentro del sistema mundial. Sabato tiene
la esperanza de que el hombre vuelva a encontrar los valores trascendentes
eligiéndolos con una libertad a la que este tiempo, providencialmente le este
enfrentando.
“…milagro es que el amor
permanezca y que todavía corran los ríos cuando hemos talado los árboles de la
tierra”
domingo, 8 de marzo de 2015
Día Internacional de la Mujer: la igualdad como eje en el siglo XXI en la Oficina Publica Saludable
Día Internacional de la Mujer: la igualdad como eje en el siglo XXI
Piplantri y su maravillosa tradición de plantar 111 árboles por cada niña que nace.
Publicado por n.rodriguez
En una pequeña aldea llamada Piplantri, que se encuentra en el estado occidental de Rajasthan (India), en los últimos 7 años se está llevando a cabo una práctica muy positiva tanto para el medio ambiente, como para la importancia de la mujer en los países en desarrollo.
Esta nueva tradición consiste en que por
cada niña que nace en Piplantri se plantan 111 árboles frutales
alrededor de la aldea, además de juntar entre todos los aldeanos 10.000
rupias (129 euros) que son ingresados en una cuenta para el futuro de la niña.
Gracias a esta iniciativa, las niñas adquieren mayor valor en este tipo de países,
ya que es conocida la preferencia de los padres a la hora de concebir
hijos en que estos sean varones para poder ayudar mejor en las tareas
del campo y en la economía familiar. No obstante, con la
aportación del dinero por parte de los aldeanos, del compromiso que
deben adquirir los padres para que estos contribuyan con además, 21.000
rupias (271 euros) y que hoy en día el bosque está
sirviendo de sustento para algunas mujeres de la aldea debido a la
producción y venta de productos de aloe vera y asegurándose así un
futuro mucho más verde con cada generación, en esta aldea se recibe de forma muy positiva la concepción de una niña en la familia.
Esta práctica fue iniciada por el antiguo líder de la aldea Shyam Sundar Paliwal en honor a su hija que había fallecido muy pequeña. Paliwal, convencido de que la mujer tiene los mismo derechos e importancia que los hombres quiso asegurarse de que tuviesen las mismas oportunidades, por ello aseguró “Pedimos
a los padres que firmen una declaración jurada prometiendo que no la
harán casarse antes de la edad legal, que la enviarán al colegio de
forma regular y que cuidarán de los árboles plantados en su nombre”.
De esta forma, las niñas podrán tener un futuro mejor del que suelen
viernes, 6 de marzo de 2015
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