NO ESTÁN DISTRAIDOS, SINO CONCENTRADOS
Escuchar música "cuando se quiera" mejora la productividad en el trabajo
Aunque para muchos ver a un compañero de trabajo con unos auriculares
puestos, moviendo suavemente la cabeza al ritmo de la música y llevando
el compás con el pie, suela interpretase como una señal de falta de
interés o distracción, la verdad es que lo que ocurre con el polémico
trabajador es que, simplemente,
es más feliz y productivo. Esta es la tesis que ha conseguido demostrar un reciente estudio realizado por
Teresa Lesiuk de la Universidad de Windsor en Canadá y que ha publicado en la revista científica
Psychology of Music, en el que anima a los empleados que lo necesiten a utilizar auriculares durante su jornada laboral.
No
se trata, no obstante, de algo que pueda aplicarse en todos los casos:
no todas las personas reaccionan de la misma forma, pero según Lesiuk,
existe un porcentaje de la población que necesita abstraerse del ambiente en el que se encuentra a través de la música,
lo cual no entorpece su labor sino que la facilita. Las preferencias
personales son de vital importancia en esa cualidad positiva de la
música, ya que sólo funciona con aquella que resulta atractiva al
trabajador, por lo que plantear un hilo musical común a todos los
trabajadores puede resultar a la larga más estresante que beneficioso.
Lesiuk se refiere a la teoría de refuerzos para recordar que asociar el
trabajo con algo placentero (la música) provoca que una actividad que
puede resultar tediosa o mecánica en algunas ocasiones se transforme en
una tarea más amena.
Dopamina para todos
La
música, si es del gusto del oyente, favorece la producción de dopamina,
de igual manera que ocurriría