¿Tu lugar de trabajo te deja exhausta y no sólo por la cantidad de horas que pasas allí o por el nivel de responsabilidad o carga? Tu oficina puede producirte estrés, dolor de cabeza, tendinitis, problemas respiratorios, oculares, sequedad en la piel, insomnio y hasta fatiga crónica. Y no hablamos de lugares oscuros ni marginales, sino de la mayoría de los espacios laborales… Estar demasiado tiempo sentados, respirar aire acondicionado o aguantar calefacciones a temperaturas que no podemos regular, pasarnos demasiadas horas mirando un monitor o sujetando el teléfono entre el hombro y el cuello suelen ser la causa de todos estos males. La buena noticia es que la mayoría pueden solucionarse.
Dolor de espalda: Éste es el problema más habitual para la gente que trabaja en oficinas, el mal del siglo XXI para los empresarios. Si te ocurre también a ti, párate un momento y observa tu lugar de trabajo: ¿cómo te sientas? ¿A qué distancia tienes colocadas las cosas que utilizas? ¿Cuántas horas pasas sin levantarte de tu silla?
Cómo remediarlo.
Cambia de postura cada poco tiempo y levántate siempre que puedas para estirar las piernas y mover un poco los músculos. En tu propia silla puedes hacer estiramientos suaves de cuello y espalda. Coloca cerca de ti los documentos o carpetas que utilices habitualmente para no hacer movimientos raros o bruscos la cogerlos. Procura sentarte con la espalda recta y sin cruzar las piernas. Puede ser buena idea colocar un reposapiés para elevar un poco las piernas. Si trabajas por tu cuenta y en tu trabajo te lo permite, utiliza una fitball como asiento, al ser inestable, hará que toda tu musculatura trabaje para mantener la posición.
Mucha sequedad. El aire acondicionado y la calefacción secan mucho el ambiente, lo que afecta a tu organismo y se traduce en problemas respiratorios, problemas de garganta y de piel. El aire que respiras con estos aparatos es de peor calidad y encima las máquinas desprenden calor y ozono, lo que aumenta la sequedad y el dolor de cabeza. Cómo remediarlo. Llévate prendas de abrigo que puedas quitarte. Si hay ventanas, ábrelas cada cierto tiempo o acércate a ellas para respirar aire limpio. Sal a dar un paseo en tu hora de comer. Bebe mucha agua, coloca recipientes con agua o plantas cerca de ti. ten a mano caco y crema hidratante.
Problemas oculares. Pasar muchas horas frente al ordenador puede acabar fatigando tus ojos, produciéndote dolor de cabeza, picor y sequedad. Cómo remediarlo. Procura que en tu pantalla no haya reflejos, sitúala a la altura de los ojos y mantenla limpia. Controla los cambios de enfoque: si estás mirando unos papeles, procura que no estén muy lejos. Descansa unos minutos cada hora: frota tus manos y colócalas sobre las cuencas de los ojos para relajar la vista. Utiliza colirios o lágrimas artificiales cuando se te sequen mucho los ojos.
Mucho estrés. Una oficina tóxica, sumada a un gran volumen de trabajo, suelen dar como resultado grandes niveles de estrés. Cansancio, problemas digestivos, dolor de cabeza, problemas de piel, insomnio… suelen ser la consecuencia. Cómo remediarlo. Dándote pequeños respiros en el trabajo: para tomar un café, para charlar común compañero, para salir a dar un paseo… Utilizando técnicas de relajación o haciendo estiramientos. Haciendo ejercicio: fija unas horas a la semana y no te las saltes por nada; si es posible, haz ejercicio al aire libre.
¿Vuestra oficina os hace sentir mal? ¿Cuáles son vuestros trucos para encontraros más a gusto en el trabajo?
Fuente:http://vidayestilo.terra.es/salud/cuerpo-de-diosa/blog/2011/11/21/oficinas-t-243-xicas/
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