Ayer escuche decir a un compañero de trabajo "todos somos un numero mas" una frase que he escuchado varias veces de trabajadores del Estado y con la que no estoy para nada de acuerdo,entonces hoy se me cruzo esta nota y me parecio interesante compartirla con todos ustedes en el blogs .
Las
personas somos un número en la empresa, pero no somos un número cualquiera, no
somos sumandos ni multiplicadores, somos un número que cuando se siente
importante dentro de la organización, la exponencia.
A lo largo de los años, las
organizaciones se han ido deshumanizando conforme estas pasan de pequeña a gran
empresa. En este trayecto de crecimiento, las personas pasábamos de ser un
individuo con nombres y apellidos a un insignificante número.
Pero ahora este paradigma está
cambiando, la tecnología evoluciona a pasos nunca antes imaginados y la creatividad, la información y el conocimiento
como parte intrínseca del ser humano se hacen partícipes en este desarrollo de
las organizaciones.
En esta
ecuación existen dos variables: la empresa y las personas; Y la empresa no es
más que un grupo de personas que se asocian para generar un valor añadido más que por sí solas. Por lo que, conjugando la
creatividad, información y conocimiento de un conjunto de individuos se
exponencia el resultado, a diferencia de si se tratase de un único individuo.
La clave está en crear las condiciones necesarias para que así sea.
Para mí
existen dos claves por encima del resto, que EXPONENCIAN A LA EMPRESA: La Comunicación y la Confianza.
Comunicación.- En una empresa tiene que existir una comunicación
fluida
entre todas las personas que la integran, y voy más allá: la claridad y honestidad como vehículos conductores de la comunicación. No sólo el qué hacemos sino el para qué ¿No os ha pasado que, en algunas ocasiones, hemos hecho cosas en la empresa que no sabíamos para qué eran? ¿Y qué ocurría? ¿Qué sensación nos daba? Comunicar qué mueve a la dirección de la empresa a gestionarla crea un sentido y unión entre persona y empresa.
entre todas las personas que la integran, y voy más allá: la claridad y honestidad como vehículos conductores de la comunicación. No sólo el qué hacemos sino el para qué ¿No os ha pasado que, en algunas ocasiones, hemos hecho cosas en la empresa que no sabíamos para qué eran? ¿Y qué ocurría? ¿Qué sensación nos daba? Comunicar qué mueve a la dirección de la empresa a gestionarla crea un sentido y unión entre persona y empresa.
He hablado con una decena de
personas de organizaciones diferentes, públicas y privadas, y cerca del 90% de
ell@s me decían lo mismo, que sus jefes directos no compartían la información y
le mandaban a hacer cosas sin sentido, y esto al final les desmotivaba.
En la Edad Media, un maestro
paseando por una construcción de la época, pasó junto a tres obreros que
estaban haciendo exactamente lo mismo; al cabo de un rato, preguntó al primero
de ellos "Hijo, ¿Qué estás haciendo?" y el muchacho le
contestó ”Aquí maestro, colocando estas piedras"; luego, le
preguntó al segundo "Hijo ¿y tú?" - "Yo maestro
preparando esta pared"; y luego llegó al último,… "¿Y tú,
hijo, qué estás haciendo?" - “¿Yo maestro? yo estoy construyendo una
catedral”
En esta fábula podemos comprobar
la magnitud que tiene encontrarle un sentido a nuestro trabajo; esto nos
motivará a hacer las cosas con pasión
y determinación, a cumplir nuestras
propias expectativas y las de nuestra empresa.
Confianza.- Una vez leí en un artículo que decía que “la
confianza es una elección no una demostración”. Es muy importante
confiar en uno mismo, pero también es muy importante confiar en los demás. Por
encima de todo somos seres humanos.
Si queremos que nuestra empresa
crezca, debemos confiar en nuestro equipo. De esta forma aumenta la
confianza en el equipo propiamente dicho y en los individuos que lo integran.
Así se desarrolla la creatividad de un conjunto de individuos y no de uno sólo,
por lo que habría más opciones, es decir, más posibilidades de éxito.
Cuando he visitado algunas
empresas, observo el comportamiento de la gente mientras trabaja. Y en varias
ocasiones, he visto cómo sus jefes reñían o cuartaban sobre errores o fallos;
esto genera una ansiedad y malestar, que impide a la persona seguir creando
cosas por miedo a la represalias de su jefe.
En este sentido y por mi
experiencia, puedo afirmar que si a tu equipo de colabores le animas a que
lo siga intentando y no les reprimes ante sus fallos, a que creen cosas
nuevas constantemente y con iniciativa, tendremos personas creativas y una
organización autónoma; y entonces lo que va a ocurrir es que vamos a tener
un equipo motivado, con determinación y alineado con la organización, de forma
que esto ayudará a que crezca.
La muestra de que confiamos en
nosotros mismos, como seres humanos, es confiando en los demás.
Tú eres el número que quieras ser, nadie
nos pone un numero cuando entramos a trabajar en una empresa, el número lo
elegimos nosotros cuando actuamos en esa compañía con nuestro carácter y
determinación.
Fuente:
http://www.deparra.com/2012/10/deinteres-las-personas-somos-un-numero.html
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