6 habilidades para convertirte en jefe coach
La figura del jefe ya dejó de ser la del dictador que ordena y ejecuta, hoy un líder requiere otras habilidades entre las que se incluyen el 20/80. Toma nota.
POR: Eduardo Lan, Mesa Consultores
Mucho se habla del coaching, un tema de moda que
originalmente se utilizaba exclusivamente en el mundo deportivo, donde
era normal que un atleta tuviera un coach. ¿Qué ha pasado y por qué el
impacto de esta figura ha despegado en la actualidad? Al paso del tiempo el coaching se ha introducido en una variedad de ámbitos, incluyendo el personal, laboral, artístico y espiritual. Hoy día existen coaches de vida, de relaciones, financieros, religiosos, de negocios, ejecutivos, de alto desempeño y de equipos de trabajo, entre muchos otros. Según Bill Gates, todos necesitamos de un coach sin importar qué hacemos y a qué nos dedicamos. ¿Pero qué es esto del coaching?
Aunque existen tantas definiciones como tipos de coaching, la definición de coaching de Mesa Consultores es: “la ciencia y el arte de facilitar el aprendizaje, desarrollo y desempeño de otra persona”. Así las cosas y si nos basamos en esta definición, un coach puede ser cualquier persona que ayude a otra persona a aprender, crecer y tener mejores resultados, por lo que cualquiera de nosotros hemos sido, somos y podemos ser un coach para otros.
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Esta posibilidad se vuelve particularmente importante cuando tenemos personas que dependen de nosotros, como es el caso del trabajo. Por naturaleza el trabajo se estructura de manera jerárquica, existiendo dentro de esta estructura niveles superiores, inferiores y paralelos que incluyen a jefes, subordinados y colegas.
Tradicionalmente esta estructura jerárquica sirvió para establecer una línea de mando (de ahí el término subordinado), donde los jefes asignan tareas y dan órdenes. Después de todo esa es la función de un jefe, ¿no? asignar tareas y dar órdenes. Esto fue particularmente válido durante la revolución industrial, cuando el trabajo era mecánico, rutinario y repetitivo, y no requeríamos que los trabajadores pensaran, sino simplemente que ejecutaran tareas preestablecidas.
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¿Pero qué pasa si actualmente esta ya no es la función de un jefe? El mundo ha cambiado, y el ámbito laboral no es la excepción. Este se ha vuelto inmensa y crecientemente complejo y cada vez es más difícil, incluso imposible, preestablecer las tareas.
Actualmente requerimos de la diversidad, creatividad, innovación y esfuerzo discrecional de los demás para lograr los objetivos empresariales, por lo que simplemente asignar tareas y dar órdenes no funciona.
1. El jefe coach tiene la firme intención de apoyar a su gente
Nadie puede ser un coach si no está auténticamente interesado en facilitar el desempeño de otros. Este tipo de jefe existe para ayudar a su equipo de trabajo, por lo que su función es apoyar a su equipo de trabajo, no que ellos lo apoyen a él.2. El jefe coach dedica mucho tiempo a su gente
Para poder facultar el desempeño de otros es necesario que pases tiempo con ellos (mucho tiempo) y que generes un vínculo de confianza, admiración, respeto y los conozcas, tanto de manera personal como laboral, entendiendo a fondo sus fortalezas y áreas de oportunidad.3. Asume un rol receptor, no emisor
En el pasado, cuando el jefe era la persona encargada de asignar tareas y dar órdenes, era normal que él o ella tuviera un papel protagónico. En este nuevo mundo el jefe coach ya no es el protagonista del cuento, por lo que debe asumir un rol más de receptor en la comunicación que de emisor.Una técnica muy poderosa para lograr esto es lo que denominamos el 20/80, donde el jefe habla 20 por ciento del tiempo y los colaboradores el 80, en lugar del común extremo opuesto. Te invitamos a practicar esta técnica y a decirnos cómo te fue. ¡Te aseguramos que no será nada fácil!
4. Escucha a la gente
Todo buen coach es un maestro del escuchar. Para poder facultar el aprendizaje, desarrollo y desempeño de otros, es imperativo que aprendas a escucharlos atenta y proactivamente, lo cual significa no solo ponerles atención –aunque esto es primordial– sino que simultáneamente busques lo importante y valioso en todo aquello que te dicen (y no te dicen).También puedes leer: Escuchar, el secreto para persuadir sin hablar
5. No le digas a las personas que hacer y cómo hacerlo, pregúntales e involúcralas directamente en la solución
Un error muy común de los jefes es decirles a las personas qué hacer y cómo hacerlo, y asumir que ellos escucharon, entendieron y están comprometidas con ello. El jefe coach se asegura de que la persona tenga claridad, se responsabilice y comprometa con lo que va a hacer y las acciones que va a tomar al preguntárselo.Confucio, el gran filósofo chino, dijo una vez: “Dímelo y lo olvidaré, enséñamelo y quizá lo recuerde, pero involúcrame directamente y lo haré mío”.
6. Se el guardián de esos compromisos
Otra función importante del jefe coach es ser el guardián de los compromisos pactados, lo cual implica darle seguimiento a las acciones establecidas y llamar a la persona a cuentas cuando no tome dichas acciones. Ahora, hacer esto es un arte que requiere de tacto y maestría para facultar a la persona a hacer lo que dijo en lugar de agredirla.Nosotros tenemos la firme convicción de que las personas tienen buenas intenciones y todo el potencial requerido para lograr sus objetivos. El trabajo del jefe coach es apoyarlas a establecer dichos objetivos, ayudarlas a remover los obstáculos que se interponen entre su potencial y resultados, y recordarles su compromiso en el camino.
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