Un espacio adecuado genera un mejor desempeño laboral
La infraestructura es determinante para los empleados, porque puede marcar óptimas prácticas de convivencia y productividad.Escrito por Management Journal
El entorno físico laboral constituye un elemento fundamental en el rendimiento y desarrollo de las tareas diarias en la compañía. Además, influye en la relación entre compañeros y la salud física y mental del colaborador.
Los puestos de trabajo ya sean
compartidos o individuales, abiertos o cerrados, deben ser pensados y
diseñados teniendo en cuenta el bienestar de los empleados y la cultura y
los objetivos corporativos, afirma Luzmila Calderón, socia Consultora
en L&L Talento Humano, firma especializada en capacitación y
selección de personal.
Para esta experta es primordial que la
infraestructura refleje la personalidad de la empresa: su forma de ser,
comunicar, organizar y relacionarse. Las instalaciones deben contar con
elementos físicos como temperatura e iluminación adecuadas, control de
ruido y aire fresco, no obstante, colores y tamaños afines a la imagen
corporativa son esenciales.
El área personal sí importa
De manera paralela, el lugar de trabajo
es el área donde el colaborador pasa la mayor parte del tiempo en el
desarrollo de sus funciones, por esto se convierte en pieza clave para
mantenerse atento y dispuesto a diario. Es así que la responsabilidad de
la empresa es dotar a sus empleados de todas las herramientas para un
buen desempeño.
El espacio debe ajustarse en tamaño a la
necesidad de la labor, tener silla ergonómica, escritorio apropiado y
funcional. Estos recursos pueden influir de forma positiva en la
productividad y motivación, asegura Doriana Faccini, directora de Human
Dimensions International, consultora en desarrollo organizacional.
Por su parte, Rosa Liberato,
especialista en salud ocupacional y asesora de la Fundación
Universitaria de Ciencias de la Salud reconoce algunos aspectos básicos
para el bienestar del empleado:
- Ventilación y temperatura: pueden generar disconfort térmico y baja productividad.
- Iluminación: poca o excesiva generan fatiga visual.
- Tamaño: el espacio
pequeño puede provocar la adopción de posturas incómodas que arriesgan
al individuo a padecer, a largo plazo, lesiones músculo-esqueléticas.
- Elementos de trabajo: lugares reducidos dificultan disponer de lo necesario, lo cual retrasa procesos para un buen desarrollo de labores.
- Paredes: el color adecuado desempeña un rol importante porque eleva la producción, reduce el riesgo de accidentes y aumenta la moral.
Zonas fuera de la oficina
Las especialistas coinciden en que las
compañías necesitan lugares adicionales de bienestar, donde los
trabajadores puedan desconectarse por momentos de la carga laboral,
descansar y reorganizar sus ideas.
Espacios de descanso, alimentación,
ejercicio y naturaleza son propicios para disfrutar a la hora del
almuerzo y luego de la jornada de trabajo. Para esto debe contarse con
una cafetería confortable, utensilios y zonas verdes. Es ideal un sitio
destinado para actividades deportivas o recreativas como gimnasio o sala
de baile, lo cual contribuye a un ambiente sano y productivo.
Por otro lado es importante que las
instalaciones tengan suficientes baños, salones de conferencias,
pequeñas salas de reuniones, salas de espera amplias y cómodas para los
visitantes, así como equipos audiovisuales.
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