Por lo tanto, entender cuáles son las emociones que guían tu vida y cómo cambiarlas para cambiar tus resultados es fundamental.
Además de los 5 pasos que vas a aprender en el video de hoy, te contaré que personalmente cuando me doy cuenta que algo (un proyecto, una relación o lo que sea) no me “cierra” del todo, porque pese a que está bueno o lo necesito, no me hace feliz me pongo a pensar durante una semana qué emociones me provoca cada vez que estoy trabajando en eso o relacionándome con esa persona. Si al cabo de una semana me doy cuenta que me generó una mayor cantidad de emociones negativas (pena, rabia, frustración, dolor, celos, tristeza… o la que sea) y menos emociones positivas (alegría, pasión, felicidad, sorpresa, ganas) entonces, o intento cambiar aquellos aspectos que no me gustan o, si ya lo intenté y no lo conseguí, dejo el proyecto, la relación o lo que sea.
Y ahora quiero saber de ti. En qué emociones vives más habitualmente? Las emociones te controlan o tienes cierto control sobre cómo te sientes?
Intentaré ir respondiendo a todos los comentarios. Me interesa mucho leerte!
¿Cuáles son las 10 emociones positivas más importantes?
La
positividad es una elección de vida, la gente que desarrolla esta
cualidad generalmente tiene un desempeño superior en las diferentes
esferas de su vida. Las emociones positivas que mencionamos en este
artículo son objeto de las mayores investigaciones a nivel científico y,
la Dra. Barbara Frederickson PH. D - ganadora del “Highest Templeton
prize in Positive Psychology”- después de años de estudiar las
experiencias emocionales de cientos de personas (estudiantes
universitarios, hombres de negocios y mujeres en la mitad de la
vida)
considera que estas 10 formas de positividad son las que “colorean”
más frecuentemente el día a día de la mayoría de las personas y, que el
cultivarlas tiene un efecto directo en nuestro bienestar.
Alegría: Sucede en un instante, cuando nos encontramos en un ambiente familiar y seguro. Aparece en aquellos momentos “perfectos” (un domingo con la familia, una felicitación inesperada) donde sentimos que las cosas son exactamente como deberían de ser y estamos justamente donde deberíamos estar.
Gratitud: Es un momento en el que te das cuenta que alguien hizo mucho más por ti de lo que era necesario, tal vez un vecino, un maestro o un mentor. La gratitud abre nuestros corazones y activa en nosotros el botón de la “’reciprocidad” genuina que nos mueve a hacer algo por aquella persona que nos hizo tanto bien.
Serenidad: Al igual que la alegría, la serenidad se da en un ambiente familiar y seguro, pero es una versión mucho más relajada, sostenida y sutil. Se disfruta cuando estamos totalmente presentes y conscientes de lo que estamos viviendo, desde disfrutar al comer un antojo, hasta estar completamente inmersos en un momento de contemplación.
Interés: Es un estado más elevado donde algo nuevo llama nuestra atención inspirándonos y provocándonos fascinación y curiosidad. A veces se despliega como un abanico de nuevos retos que te permite mantener en crecimiento tus habilidades; esto nos mantiene despiertos, vigorizados y sintiéndonos realmente vivos.
Esperanza: Aunque la positividad se genera cuando te sientes seguro y familiar, la esperanza es la excepción. Esta se genera cuando las circunstancias son difíciles o adversas y nos ilumina como un faro de luz, que refuerza nuestra creencia de que todo puede cambiar y mejorar.
Orgullo: Es una de las emociones catalogadas como de “auto-conciencia”, y muchas veces tiene una connotación negativa al asociarlo con los pecados capitales como la soberbia. Si se mantiene balanceada con algo de humildad, su positividad está en que nos permite atribuirnos los logros que resultan de un esfuerzo genuino y de un trabajo duro.
Diversión: La encuentras en aquello que te hace reír y te permite la recreación; es a veces una inesperada chispa que brota de manera espontánea y que te ayuda a cambiar o a “refrescar” tu perspectiva.
Inspiración: es como una bocanada de oxígeno que toca tu vida, tu corazón y tu mente exaltando tu imaginación, tu creatividad y tu motivación. Sentirse inspirado por algo o alguien dispara tu atención y le da calidez a tu corazón.
Asombro: Se origina al reconocer la sensación de estar en presencia de algo mucho más grande que nosotros mismos. Puede darse al contemplar un atardecer, al observar la vía láctea o al sostener la cabeza de un recién nacido, esos momentos de magnificiencia y belleza recargan nuestra energía.
Amor: Es la emoción positiva más frecuente y abarca todas las anteriores. Cuando sentimos amor nuestros cuerpos tienen una reacción biológica que incrementa nuestros niveles de oxitocina y progesterona, aumentando nuestra sensación de bienestar y reduciendo nuestro nivel de estrés, lo que sin lugar a dudas mejora nuestra salud y calidad de vida.
¿Cómo cultivar estas emociones?
Un buen principio es analizar qué tiempo de pensamientos y acciones te provocan estas emociones positivas y tenerlos claro para generarlas cuando necesites sentirte bien, entusiasmado o en calma.
Otra idea es crear un portafolio en tu computadora con imágenes que te provoquen estas emociones: fotografías de personas, vivencias o lugares, música, citas o lecturas o cualquier elemento que te permitan transformar tu estado emocional.
Fuente: Positivity – Groundbreaking Research to release your inner optimism and thrive-Barbara Frederickson.
Alegría: Sucede en un instante, cuando nos encontramos en un ambiente familiar y seguro. Aparece en aquellos momentos “perfectos” (un domingo con la familia, una felicitación inesperada) donde sentimos que las cosas son exactamente como deberían de ser y estamos justamente donde deberíamos estar.
Gratitud: Es un momento en el que te das cuenta que alguien hizo mucho más por ti de lo que era necesario, tal vez un vecino, un maestro o un mentor. La gratitud abre nuestros corazones y activa en nosotros el botón de la “’reciprocidad” genuina que nos mueve a hacer algo por aquella persona que nos hizo tanto bien.
Serenidad: Al igual que la alegría, la serenidad se da en un ambiente familiar y seguro, pero es una versión mucho más relajada, sostenida y sutil. Se disfruta cuando estamos totalmente presentes y conscientes de lo que estamos viviendo, desde disfrutar al comer un antojo, hasta estar completamente inmersos en un momento de contemplación.
Interés: Es un estado más elevado donde algo nuevo llama nuestra atención inspirándonos y provocándonos fascinación y curiosidad. A veces se despliega como un abanico de nuevos retos que te permite mantener en crecimiento tus habilidades; esto nos mantiene despiertos, vigorizados y sintiéndonos realmente vivos.
Esperanza: Aunque la positividad se genera cuando te sientes seguro y familiar, la esperanza es la excepción. Esta se genera cuando las circunstancias son difíciles o adversas y nos ilumina como un faro de luz, que refuerza nuestra creencia de que todo puede cambiar y mejorar.
Orgullo: Es una de las emociones catalogadas como de “auto-conciencia”, y muchas veces tiene una connotación negativa al asociarlo con los pecados capitales como la soberbia. Si se mantiene balanceada con algo de humildad, su positividad está en que nos permite atribuirnos los logros que resultan de un esfuerzo genuino y de un trabajo duro.
Diversión: La encuentras en aquello que te hace reír y te permite la recreación; es a veces una inesperada chispa que brota de manera espontánea y que te ayuda a cambiar o a “refrescar” tu perspectiva.
Inspiración: es como una bocanada de oxígeno que toca tu vida, tu corazón y tu mente exaltando tu imaginación, tu creatividad y tu motivación. Sentirse inspirado por algo o alguien dispara tu atención y le da calidez a tu corazón.
Asombro: Se origina al reconocer la sensación de estar en presencia de algo mucho más grande que nosotros mismos. Puede darse al contemplar un atardecer, al observar la vía láctea o al sostener la cabeza de un recién nacido, esos momentos de magnificiencia y belleza recargan nuestra energía.
Amor: Es la emoción positiva más frecuente y abarca todas las anteriores. Cuando sentimos amor nuestros cuerpos tienen una reacción biológica que incrementa nuestros niveles de oxitocina y progesterona, aumentando nuestra sensación de bienestar y reduciendo nuestro nivel de estrés, lo que sin lugar a dudas mejora nuestra salud y calidad de vida.
¿Cómo cultivar estas emociones?
Un buen principio es analizar qué tiempo de pensamientos y acciones te provocan estas emociones positivas y tenerlos claro para generarlas cuando necesites sentirte bien, entusiasmado o en calma.
Otra idea es crear un portafolio en tu computadora con imágenes que te provoquen estas emociones: fotografías de personas, vivencias o lugares, música, citas o lecturas o cualquier elemento que te permitan transformar tu estado emocional.
Fuente: Positivity – Groundbreaking Research to release your inner optimism and thrive-Barbara Frederickson.
http://comocambiarlavida.com/5-pasos-para-controlar-tus-emociones/
http://www.youtube.com/watch?v=dbuowOZqL8U
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